Deberemos pagar finalmente 7,5 millones de euros a Inspección de Trabajo al ser finalmente condenada por el TSJCV por el caso de los “falsos autónomos” de MercaValencia. Decimos deberemos porque Mercavalencia es Ajuntament de Valencia y una entidad estatal pública Mercasa, con lo que ese dinero saldrá del bolsillo de los contribuyentes.
El TSJCV condena finalmente a MercaValencia ( un 51% del Ajuntament de Valéncia y un 49% de la entidad estatal MERCASA) y a la cooperativa Woorkman ACP al pago de esos 7,5 millones por considerar que las contrataciones de las 429 personas que pasaron por el matadero de MercaValencia en varios años fue fraudulenta como reclamaba Hacienda.
La contratación se hizo bajo la figura de una cooperativa, pero hacienda detectó un fraude de ley y lo comunicó al Ajuntament de Valéncia, en ese momento en manos de Ribó, el responsable de MercaValencia era el concejal de Mdercados Carlos Enrique Galiana y durante varios años se debatió este tema en Plenos, pero siempre Compromís con el apoyo del PSPV de Sandra Gómez quitó hierro al asunto. Finalmente Hacienda demandó porque consideraba que las cotizaciones sociales de esas 429 personas nos e estaban realizando correctamente y reclamaba un montante de dinero considerable por esas cotizaciones no abonadas. Hacienda consideró que eran “falsos autónomos” y en varias inspecciones in situ al matadero de MercaValencia recabó pruebas y levantó varias actas.
El TSJCV considera probado que el empleador era MercaValencia y que la cooperativa se constituyó para emplear a una serie de personas que eran cedidas a un tercero para realizar este trabajo, no considerándose como empresa de trabajo temporal.
Todo parte de una denuncia de la sección sindical de UGT de los trabajadores en 2016 y hasta marzo de 2019 no se consigue que estos trabajadores sean parte de la plantilla de MercaValencia como trabajadores de la sección de despiece del Matadero. Mientras en 2018 la Inspección de Trabajo elevó acta de lo sucedido. Así, este fraude de ley se perpetró en las instalaciones públicas durante al menos casi tres años.
Los embarrados del ex-concejal Galiana
Galiana era el concejal de Comercio, Fallas, y Mercados y por tanto responsable de MercaValencia, un cortijo en el que el personal directivo se multiplicó exponencialmente y parece funcionó como agencia de colocación de Compromís, ya que la falta de transparencia era y es absoluta. Donde se multiplicaron cargos directivos y donde parece las relaciones de amistad y de familia primaban en las contrataciones.
Otro de los escándalos fue pintar su despacho en el edificio del Ajuntament de Valéncia, edificio declarado BRL y con partes BIC a su gusto, con pinturas murales de personas desnudas con cabezas de animales, al estilo del artista callejero Vinz que lo pintó. Un trabajo transgresor en unas dependencias municipales que el nuevo concejal ha tenido que cubrir para mantener el decoro.
MercaValencia
Galiana en MercaValencia llegó a colocar a amigos y familiares en la cúpula directiva y efectuó una reforma de diseño de su propio despacho. La oposición nunca tuvo un sillón en el Consejo de Administración a pesar de solicitarlo el Pleno municipal, ya que cabe reseñar que el 51%, y por tanto la mayoría, la tiene el Ajuntament de Valéncia. Por tanto es quién elige y pone a la directiva y saca adelante sus propuestas, teniendo control casi absoluto. Cabe reseñar que hoy sigue a pesar del cambio de gobierno la misma situación con el actual concejal del PP Santiago Ballester.
El Tribunal de Cuentas también investigó a MercaValencia por las facturas de lotes navideños a cargos directivos y por facturas de supuestos gastos de comidas de viajes expedidas por el propio bar sito en las oficinas de MercaValencia.
El Mercado Central de Valencia
Este recinto municipal es el único que sigue bajo la figura de la denominada como “autogestión” y es la gestión privada de un recinto público. Desde hace más de 5 años se encuentra esta concesión caducada y en precario, el anterior concejal Galiana pagó vía contrato menor a dedo a una empresa para que hiciera el estudio de cómo asumir de nuevo al gestión de este recinto municipal, pero con el cambio de Gobierno, el nuevo concejal no ha hecho absolutamente nada y es partidario de seguir de forma precaria con la autogestión, a pesar de conocer las múltiples irregularidades y la nula conservación del recinto por la adjudicataria de la gestión.
En el Mercado siguen las vidriedas completamente llenas de polvo y así seguirán varios años, como en la época de Galiana, y exactamente igual con las mismas ( ahora más) goteras de la zona de Pescadería que filtran al sótano y que han hecho que la humedad se filtre por techos y paredes. Un ejemplo más del abandono del edificio que sometió Galiana durante 8 años y ahora casi dos años después sigue la misma hoja de ruta Ballester.
El calor extremo en verano con cientos de lipotimias y el frío en invierno es la tónica general que vulnera la ley de protección laboral de los trabajadores y que Galiana permitió, como también lo hace el actual concejal Santiago Ballester.
Los mercados municipales de Valencia
Fueron completamente abandonados y se llegaron en el caso de san Pedro Nolasco a presentar un proyecto que nunca se llegó a realizar ni si quiera a presupuestar. Por otra parte, el techo del Mercado de Rojas Clemente se ha tenido que reforzar o el del Cabanyal. El abandono total de los Mercados Municipales fue la tónica dominante, eso sí, las fiestas donde se marcaba todos los años bailecitos con la entonces vice-presidenta del Consell Mónica Oltra y los gastos desmedidos fueron frecuentes.
El cierre del Mercado de Benimàmet fue otro de los hitos que marcaron su gestión en los Mercados Municipales.
Persecución a los empresarios
Galiana parece que fijó su mirada en una concesión del mercado de un puesto exterior y los funcionarios a su cargo se está demostrando que realizaron informes ad hoc para conseguir su cierre, echando a la calle a 14 familias, muchas de ellas mujeres con ciertos grados de discapacidad o incluso hijos a su cargo con problemas, no tuvo ni pizca de humanidad y las dejó en la calle, y no contento, pidió que tras ganar en tribunales en primera instancia al empresario, el propio Ayuntamiento le demandara por “presentar un informe falso” que llevaba la letra y firma de uno de los funcionarios en el que admitía que todo se lo habían hecho firmar y que era consciente que no era verdad… hoy ya se ha demostrado en otro juzgado y con prueba caligráfica que sin dudas es el funcionario el que realiza esta carta, pero la concejalía ya comandada por el nuevo concejal tramitó la denuncia al empresario y hasta su abogado. Ahora se pueden enfrentar a una denuncia por denuncia falsa y persecución.
En el bar objeto de la concesión se abrió con una radial perjudicando el edificio y se cambiaron las cerraduras, asegurando que lo que había en el interior era ya propiedad municipal. El Ayuntamiento se quedó con todo el mobiliario, con un ordenador con datos personales que nadie sabe dónde se encuentra y con una caja registradora con dinero, que tampoco se sabe dónde está. Para colmo de los colmos, el actual concejal dio permiso para sacar el mobiliario a una empresa contratada a dedo por Galiana y lo hicieron sin permiso alguno de patrimonio, concedido 3 meses después de efectuar las obras, todo el mobiliario fue destrozado y ahora un juzgado le pede explicaciones del estado del mismo al Ayuntamiento, que asegura es “chatarra”, un mobiliario valorado en más de 50.000€.
Los embarrados en la Concejalía de Comercio siguen a pesar del cambio de concejal, porque los funcionarios y Jefes de Servicio siguen los mismos.
¿Se acuerdan del fantasma de la Llongeta?. Ese que se demostró ser un funcionario que entraba y salía de noche con expedientes bajo el brazo y fotocopiaba documentación de noche…El mismo que Catalá acusó de estar favoreciendo a Ribó y que se demostró que la Concejalía no podía asegurar la custodia de documentos, pues sigue en su puesto dos años después…
Lo dicho, todo ha cambiado (Políticamente) para que al final nada cambie y las formas continúen, los embarrados siguen y los problemas se multiplican. Aprendamos algo de esta condena.