La accesibilidad, la seguridad vial y acabar con las barreras arquitectónicas no son el fuerte del Ayuntamiento de Cullera
El Ajuntament de Cullera ha actuado frente al hundimiento parcial de parte de la calzada de la Isla de los Pensamientos. El Consistorio Municipal ha acometido obras para reforzar la calzada, ya que bajo ella se encontraba un aljibe que recogía el agua de lluvia de uno de los edificios de la zona conocida como Isla de los Pensamientos en el Faro de Cullera. La solución ha sido en época de sequía cubrir el aljibe y por tanto dejarlo sin poder utilizarlo y rehacer la calzada encima del mismo. Además se ha eliminado zonas de acera y bancos de la zona, con lo que los niños para jugar tienen una zona menor. Esta zona de acera se ha dado al vehículo privado para así aparcar vehículos, pero dejando una farola justo en medio de la calzada.
Una obra polémica que no ha conseguido añadir plazas de aparcamiento en la zona, pero sí cubrir el aljibe y dejar la zona con menor espacio para los peatones, a la vez de dejar una farola justo en medio de la nueva calzada. Un ejemplo de urbanismo municipal totalmente sin sentido y de épocas pasadas en una obra hecha ahora por el propio Consistorio Municipal de Cullera.
Una zona reformada con múltiples barreras arquitectónicas
Otra obra polémica para los residentes después de que este verano renovaran los antiguos palos de madera de hace más de 40 años por farolas y que además añadió una acera de menos de 80 centímetros en la zona de bajada que comunica con la Cala de arena, por la que no caben ni coches de bebe ni sillas de ruedas.
Los bordillos de las aceras superan los 20 centímetros y hay una mínima rampa construida hace años por los propios vecinos de cemento de acceso a uno de los edificios. El resto de aceras y pasos de peatones, como la mayoría del Faro suponen barreras arquitectónicas con ninguna rampa de acceso frente a una obra de renovación de aceras que de nuevo no ha querido tener en cuenta a las personas con discapacidad ni problemas de movilidad.
Tampoco la seguridad vial es el fuerte del Ayuntamiento de Cullera con escaleras que acaban en la carretera y carecen de un paso de peatones como sucede en el entorno del Hotel Sicania, o con zonas renovadas con desniveles peligrosos y sin rampas para minusválidos. Un claro ejemplo de urbanismo contra las personas que siguen practicando algunos ayuntamientos que luego hablan de urbanismo con perspectiva de género pero cuyas acciones van encaminadas justo al sentido contrario.
¿Y las urbanizaciones de Cullera pa’cuándo?
Cullera tiene un gran problema con sus urbanizacioens, de hecho se niega a recepcionarlas desde hace años y sólo la Urbanización Bellavista junto al Aquasol está recepcionada, Cullera Park, Bahía Park, La Isla de los Pensamientos, El Racó, Cap Blanc,… son muchas de las que están en situación irregular, donde se cobran impuestos de primera pero en cambio sus vecinos no disfrutan los servicios de otros vecinos.
En la urbanización de La Isla de los Pensamientos están batallando contra el Ayuntamiento por la colocación de un ascensor que de acceso desde la Playa de Los Olivos hacia la zona alta de la Isla de los Pensamientos para salvar los más de 10 metros de diferencia. Hay vecinos con sillas de ruedas y vecinos mayores. Lo que pretenden es poder poner un ascensor de uso privado que les de acceso a la piscina y a la playa, pero el Ayuntamiento les exige ahora un dinero por utilización de suelo público, el mismo trozo de montaña que cedieron y que por cierto el Ayuntamiento no mantiene, ya que la urbanización paga mensualmente a unos jardineros la limpieza y el cuidado de la zona. La alcaldesa pedánea el pasado verano recibió de malas formas a los vecinos y no se conoce gestión alguna para solventar este problema por parte municipal en los últimos meses.
Cap Blanc ya ha pasado a la acción y ha demandado en varias ocasiones al Consistorio Municipal, consiguiendo una sentencia judicial que obliga al Ayuntamiento a recepcionar la urbanización únicamente arreglando pequeños desperfectos. Así el año pasado el Ayuntamiento empezó a redactar informes pero que siguen alargando la recepción sin mucho sentido, lo que provocó una nueva demanda de la urbanización al Ayuntamiento en este caso por responsabilidad patrimonial cuantiosa por alargar de manera reiterada este proceso con las consecuencias para los vecinos.
En Cap Blanc además el consistorio municipal posee unas de las mayores bolsas de terrenos por lo que paga a la entidad de conservación su cuota como cualquier vecino, así por no recepcionar ha de pagar, un sinsentido más de algunos ayuntamientos y sus empecinamientos sin sentido.