Unas obras junto a la Plaza central del Mercado Central de Valencia han arrancado las losetas que parecen originales de Mosaico Nolla, que se pueden haber perdido para siempre.
Una vez más, la nula intervención de los funcionarios y técnicos que han de velar porque se cumpla la ley de protección del Patrimonio Cultural, y su dejación de funciones parece que constante, ha permitido otro ataque al patrimonio valenciano, sin que ni siquiera el Ayuntamiento de Valencia, propietario del edificio haya sabido de las obras y su alcance.
Una extracción de las piezas originales Nolla parece que parece tampoco cuenta con el permiso de patrimonio correspondiente al ser un edificio declarado como Bien de Interés Cultural.
¿Qué hace el arquitecto técnico y los técnicos y su función in vigilando?
Pues parece que absolutamente nada, a la vista de los hechos, porque han permitido soldaduras a la estructura original del mercado, incluso la puesta de lonas de publicidad de una cervecera, a pesar de saber que la publicidad en un BIC y sobre él está más que prohibida.
Esta vez parece que se ha superado todas las líneas y parte del pavimento original bajo los actuales puestos del mercado se ha extraído sin presencia de profesional cualificado experto en patrimonio y se desconoce si este material ha acabado en un basurero.
Un nuevo ataque al patrimonio de los valencianos consentido por los técnicos municipales responsables del mercado, pero como ya reconoció la propia concejalía “no tiene si quiera un protocolo de custodia de documentos“. Mucho trabajo del nuevo concejal en poner órden en el servicio del mercado.
El total olvido de los mercados municipales estos ocho años
Una situación que el nuevo “concejal provisional” responsable de mercados habrá de pedir explicaciones urgentes. El Círculo del Patrimonio ya ha pedido explicaciones por Registro General de Entrada de estas intervenciones de los últimos años sin ninguna supervisión y que continúan en el Mercado Central.
Un muy duro trabajo el que está teniendo a cabo en los Mercados Municipales el concejal Santiago Ballester que está viviendo en sus propias carnes el abandono absoluto que el concejal de Compromís Carlos Enrique Galiana ha sumiso a los mercados municipales.
El Mercado de Rojas Clemente llevaba años con parte de su sótano apuntalado, Benimàmet cerrado, el Mercado San Pedro Nolasco cerrado y abandonado, Cabanyal con su techo en muy mal estado, Russafa que necesitaba obras urgentes, Algiros sin climatización hace años y problemas en Mercado de Castilla. Son algunos de los ejemplos del abandono de estos años de Compromís.
Se gastaban ingentes cantidades de dinero en el “Bonica Fest” para bailes del ex-concejal con la ex-vicepresidenta Oltra y orquestas y fiestas varias, pero por contra se abandonaba los edificios y a los vendedores del mercado. Sólo en el antiguo mercado del Grao se ha renovado, pero perdiendo las tejas originales y elementos característicos que “sorprendentemente” han desaparecido.
Un muy duro trabajo del nuevo concejal que ha de luchar casi contra los elementos en su nueva etapa y que no tiene “ni un minuto de descanso”. Ocho años de abandono han hecho mella.
