Frutas, verduras, carne o sangre congelada: cada especie recibe un tipo de helado adaptado a su dieta para sobrellevar las altas temperaturas del verano valenciano
Helados gigantes y personalizados: el truco del verano en Bioparc
Las altas temperaturas que trae consigo la primera ola de calor del verano no solo afectan a las personas. En Bioparc Valencia, los animales también necesitan medidas especiales para mantener su bienestar, y una de las más llamativas —y eficaces— son los helados elaborados con sus alimentos favoritos.
Desde frutas y verduras congeladas para primates, hasta grandes bloques de carne y sangre para los leones, el parque ha puesto en marcha su ya habitual protocolo estival. Según ha explicado Pepa Crespo, directora de comunicación de Bioparc, estas acciones están pensadas “desde mucho antes de que empiece el calor”, y forman parte de una planificación anual centrada en el bienestar de los animales.
Dietas adaptadas y planificación con meses de antelación
“Lo importante es anticiparse”, subraya Crespo. “Cuando cambia la estación, el cuerpo del animal debe estar como toca, igual que deberían hacer las personas”. Por eso, en Bioparc las dietas también cambian con el clima: en verano tienen menos aporte calórico y un contenido mucho más hidratante.
Además de los cambios en la alimentación, el parque cuenta con una cocina especializada en preparar helados de distintos tamaños. “Desde bloques gigantes para elefantes hasta pequeñas porciones para animales que necesitan dosis menores”, explican desde el recinto. Todos se elaboran con ingredientes que forman parte de la dieta habitual de cada especie.
Refrescarse no es un capricho, es una necesidad
Entre los ejemplos más curiosos, los responsables del parque destacan los helados de frutas, semillas y verduras para los gorilas y chimpancés, mientras que los grandes felinos disfrutan de bloques de sangre congelada con carne. El objetivo es siempre el mismo: mantenerlos hidratados, activos y mentalmente estimulados.
El parque, que alberga especies de origen africano, recuerda que muchas de ellas están adaptadas al calor extremo, pero no por ello se relajan las medidas de protección. “También tenemos especies más selváticas, que necesitan más humedad y sombra”, aclara Serge Barbera, responsable del sistema de aguas de Bioparc.
Sombras, agua y autonomía: el entorno se convierte en aliado
Más allá de la alimentación, el propio diseño del parque se convierte en un refugio climático. Bioparc cuenta con zonas muy arboladas, vegetación adaptada, lagunas y sistemas de riego programados que se activan durante el día, especialmente en áreas de césped y zonas arenosas. Así, los animales pueden elegir si prefieren sol o sombra, e incluso refrescarse voluntariamente bajo los cañones de agua pulverizada.
Barbera destaca que “se crean microclimas controlados en cada instalación”, lo que convierte al parque en un oasis climático dentro de la ciudad. Esta filosofía no se limita a los animales: también el personal cuenta con un protocolo especial de verano, que adelanta los trabajos más físicos a las horas más frescas del día y promueve el uso de botellas rellenables para reducir residuos y garantizar la hidratación de todos.
Educación ambiental y ejemplo de adaptación
Más allá del espectáculo que puede suponer ver a un guepardo lamiendo un bloque de hielo o a dos monos compartiendo un helado de frutas, la iniciativa de Bioparc tiene una finalidad más profunda: sensibilizar al público sobre el impacto del clima y el respeto por los ecosistemas.
Crespo insiste en que “cada acción, desde la más simple hasta la más compleja, tiene como fin replicar lo que ocurriría en un entorno natural”. Por eso, la alimentación, los ritmos biológicos, las interacciones sociales y el confort térmico forman parte del programa de enriquecimiento que ofrece el parque durante todo el año.
Bioparc, un modelo de gestión frente al cambio climático
En un contexto global donde las olas de calor se hacen cada vez más frecuentes y extremas, Bioparc Valencia se consolida como un ejemplo de gestión proactiva y sostenible del bienestar animal en entornos urbanos. Sus instalaciones, con diseño inmersivo y criterios de bioclimatización, permiten que tanto animales como visitantes vivan una experiencia segura y didáctica.
Desde los enormes elefantes hasta los diminutos primates, todos disfrutan de medidas adaptadas a sus necesidades fisiológicas, recordando que la vida salvaje también necesita cuidados frente al cambio climático.
📍 ¿Vas a visitar Bioparc este verano?
Recuerda hidratarte, evitar las horas de más calor y, si tienes suerte, tal vez veas a tus animales favoritos disfrutando de un refrescante helado natural.