La búsqueda de nuevos antivirales es una prioridad mundial, especialmente frente a enfermedades sin tratamiento efectivo.
En este contexto, un estudio publicado en Nature Communications por el instituto IrsiCaixa (centro impulsado conjuntamente por la Fundación ”la Caixa” y el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña), ha identificado el potencial de plitidepsina, un fármaco antitumoral, para combatir diferentes virus, entre ellos:
SARS-CoV-2, MERS, zika, hepatitis C, herpes y el virus respiratorio sincitial
El trabajo cuenta con la participación de diferentes equipos investigadores multidisciplinares del Centro de Investigación en Sanidad Animal del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA-CReSA), el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras y PharmaMar.
El descubrimiento
El descubrimiento se basa en una innovadora estrategia que permite rastrear la «huella molecular» que los medicamentos dejan en las células, revelando efectos desconocidos más allá de su mecanismo de acción principal.
En el caso de plitidepsina, se observó que bloquea la síntesis de proteínas, un proceso clave para la replicación viral.
Mientras las células humanas activan rutas alternativas para compensar esta inhibición, muchos virus no pueden adaptarse y su replicación se detiene.
En pruebas de laboratorio, plitidepsina ha mostrado eficacia antiviral sin afectar a las células.
Nuria Izquierdo-Useros, investigadora principal de IrsiCaixa:
“Identificar la huella molecular de un fármaco puede revelar nuevas aplicaciones más allá de las ya conocidas, permitiendo predecir nuevos usos e incluso evitar posibles resistencias al fármaco”
Sin embargo, su acción no es universal, ya que algunos virus, como el VIH, pueden utilizar vías alternativas para la síntesis de proteínas y el fármaco no logra frenarlos.
Mejora el COVID PERSISTENTE
En este sentido, el estudio orientado a esta patología ha sido liderado por la Fundación Lucha contra las Infecciones.
Tras los resultados obtenidos, se sabe que podría combatir tanto el virus como la inflamación asociada.
Se ha observado que regula la producción de ciertas proteínas inflamatorias, lo que podría beneficiar a pacientes con COVID persistente.
Los resultados preliminares en ensayos clínicos sugieren que plitidepsina reduce en dos días la dependencia de oxígeno en pacientes hospitalizados por COVID-19, lo que refuerza su potencial terapéutico.
A largo plazo, la estrategia de analizar las huellas moleculares de distintos fármacos podría permitir el desarrollo de una batería de antivirales de amplio espectro, listos para responder rápidamente ante futuras pandemias y virus emergentes.