La Unión Europea aprobó la Ley de Restauración de la Naturaleza, que alcanzará un 20% del territorio de España antes de 2030 y finalmente en 2050 casi un 40% del territorio terrestre español.
La ley ha tenido un fuerte rechazo y fue redactada por el político socialista español César Luena y que se presentó en 2022 y establece una serie de obligaciones y objetivos en distintos ámbitos de actuación, como las tierras de cultivo, los polinizadores, los ríos, los bosques y las zonas urbanas, y se marca como objetivo restaurar los ecosistemas en torno a la Red natura 2000, recuperando para la naturaleza el 50% antes de 2030 y el 100% antes de 2050.
Reduce los tratamientos fitosanitarios en la UE un 50% y establece duras normas de cultivo tanto en los espacios declarados como Red natura 2000 como en sus denominadas zonas de influencia. También establece la restauración natural de ríos, implementando una estrategia de eliminación de presas y azudes que impidan la libre circulación de peces y otras especies.
A pesar de haberse rechazado en varias comisiones del Parlamento Europeo finalmente salió adelante en una de ellas y ahora se llevaba a Pleno del Parlamento Europeo, y ha sido aprobada.
La ley de restauración de la Naturaleza
Así, la ley se basa en los espacios protegidos o de interés ambiental ( red natura 2000 principalmente), pero en los espacios que configuran esta red hay que sumar las áreas de influencia de los mismos, que en el caso de la Comunitat Valenciana supone más de un 35% del territorio terrestre.
En el caso de la provincia de Valencia los espacios protegidos de la naturaleza y sus áreas de influencia suponen casi un 50% del territorio. Así, en el caso de La Albufera de Valencia, a parte de la zona declarada como Parque Natural y Red Natura hay que añadir todas las zonas de barrancos que desaguan en el lago, que incluyen desde zonas de Paiporta y Torrent hasta zonas como Favara, multiplicando por dos o por tres el espacio sobre el que versará la ley de restauración de la naturaleza.

Los principales puntos de la ley aprobada versan sobre lo siguiente:
- Renaturalización de las zonas señaladas como red natural y áreas de influencia, en las mismas se prohibirá el uso de materias activas, reduciendo su uso en un 50% antes de 2030 y del 100% en el año 2050.
- Eliminación de azudes y presas en ríos y sistemas fluviales.
- En las zonas protegidas o en sus zonas de influencia los cultivos se realizarán bajo una líneas rígidas y se eliminarán productos químicos.
- Dejar crecer arbolado y fomentar los bosques de ribera, especialmente en zonas abandonadas.
- En las zonas protegidas pesqueras ( un 20% de las aguas territoriales en españa) se prohibirá las capturas y se establecerán zonas de influencia donde se prohibirán algunos usos pesqueros.
El rechazo de los agricultores
Los agricultores, los principales afectados rechazan de plano esta ley, y aseguran que antes de eliminar más sustancias activas se debe invertir en investigación en tratamientos capaces de defenderse ante las plagas, si no pasará como ya pasa en algunos cultivos valencianos cuya producción se ha reducido en un 50% por la imposibilidad de combatir las plagas.
En el caso de la Huerta de Valencia además existe la ley de la huerta de Valencia que incluso impide vallar algunos puntos, para defenderse de los robos que se han incrementado. Igualmente, existe la implantación del cuaderno digital en las explotaciones agrícolas, aunque se ha conseguido tras la presión alargar su puesta en marcha para explotaciones de menos de 5 hectáreas, ya que añadirá burocracia y será indispensable la contratación de un “asesor” que firme las actuaciones a realizar por los agricultores en sus propias explotaciones.
No sabemos si es causa-efecto pero en la huerta de Valencia el abandono de tierras de cultivo supera el 50% de las tierras disponibles, mientras que la media de la Comunitat Valenciana se acerca ya al 40% del territorio. Somos la Comunidad que abandera el abandono de tierras en Europa, pasando de ser la huerta de Europa al erial abandonado.
La Ley de Restauración de la Naturaleza de la UE alcanzará el 20% del territorio antes del 2030