Los empleados de MasOrange se movilizan en Valencia para exigir transparencia y mejoras en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que amenaza con recortar 795 puestos de trabajo. Los sindicatos advierten sobre la creciente precariedad laboral.
El pasado jueves, los empleados de MasOrange se concentraron en Valencia en protesta contra el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 795 personas. La indignación de los trabajadores se ha visto avivada por el cambio en los términos del ERE, que fue presentado inicialmente como voluntario, pero ahora es considerado «preferentemente voluntario». Este matiz ha generado incertidumbre y preocupación entre la plantilla, que teme que si no se alcanzan las bajas voluntarias necesarias, los despidos se realicen de manera forzosa.
La manifestación no solo pone en evidencia las tensiones laborales dentro de la compañía, sino que también arroja luz sobre una situación cada vez más común en grandes empresas: la reducción de personal como medida de ajuste económico.
La evolución del ERE: de voluntario a «preferentemente voluntario»
El ERE de MasOrange ha sido uno de los temas más candentes en el ámbito laboral de Valencia en las últimas semanas. La empresa, dedicada al sector de telecomunicaciones y servicios digitales, había anunciado hace unos meses su intención de llevar a cabo una reestructuración que implicaba el recorte de casi 800 empleos. En un principio, la dirección aseguró que este proceso se realizaría de forma voluntaria, una medida que generó cierto alivio entre los empleados. Sin embargo, la reciente aclaración de que el ERE es «preferentemente voluntario» ha dejado a la plantilla en vilo.
¿Qué significa «preferentemente voluntario»? Básicamente, la empresa priorizará las bajas voluntarias, pero si no se alcanza el número necesario, los despidos forzosos se pondrán sobre la mesa. Este detalle ha encendido las alarmas entre los empleados, quienes temen verse obligados a abandonar la empresa sin tener otra opción. «Nos dijeron que sería voluntario, pero ahora no sabemos qué esperar. El miedo a perder nuestro empleo es real», expresó uno de los manifestantes.
Las reivindicaciones de los trabajadores
Durante la concentración en Valencia, los trabajadores alzaron sus voces exigiendo condiciones más justas y, sobre todo, claridad en el proceso. Entre las principales peticiones se encuentran una mayor transparencia en el desarrollo del ERE y una mejora en las compensaciones para quienes opten o se vean forzados a salir de la compañía. Los empleados denuncian que las condiciones ofrecidas hasta ahora son insuficientes, y que la empresa no ha dado respuesta a muchas de sus inquietudes.
«Queremos que se respeten nuestros derechos. No pedimos que no haya despidos, porque sabemos que la situación es complicada, pero sí exigimos que si nos vamos, sea con dignidad y con una indemnización justa«, afirmó otro trabajador durante la protesta.
Además, los empleados y los sindicatos exigen un plan de recolocación realista. Muchos de los afectados tienen varios años de experiencia en la empresa, y temen que encontrar un nuevo empleo en su sector sea complicado, especialmente en un mercado laboral tan competitivo como el actual.
El papel de los sindicatos en el conflicto
Los principales sindicatos, como Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), han estado al frente de las negociaciones con la dirección de MasOrange, y han denunciado públicamente lo que consideran una gestión poco transparente del proceso. Durante la concentración, varios representantes sindicales tomaron la palabra para expresar su apoyo a los trabajadores y presionar a la empresa para que mejore las condiciones del ERE.
Uno de los puntos más discutidos es la compensación económica que recibirán los empleados afectados. Según los sindicatos, las cifras actuales son insuficientes y no reflejan los años de servicio ni el impacto personal y familiar que supone perder el empleo. «Este ERE afecta a casi 800 personas, no podemos permitir que se lleve a cabo de manera apresurada y sin las garantías necesarias«, subrayó un portavoz de UGT.
Por su parte, MasOrange ha mantenido su postura de que el ERE es necesario para asegurar la viabilidad de la empresa en el futuro. En un comunicado emitido tras las primeras manifestaciones, la compañía argumentó que las condiciones del mercado y la necesidad de reducir costos han hecho inevitable la reestructuración. Sin embargo, los empleados y sindicatos consideran que la empresa no ha agotado todas las vías posibles para evitar un ajuste tan drástico.
Las implicaciones económicas y sociales del ERE en Valencia
La implementación de este ERE no solo afectará a los 795 trabajadores de MasOrange, sino también a la economía local de Valencia y sus alrededores. La pérdida de empleos a gran escala puede tener un impacto significativo en las familias de los afectados, así como en el consumo y el dinamismo económico de la región. Además, existe el riesgo de que otros sectores relacionados con el de telecomunicaciones también puedan verse influidos por este tipo de recortes.
Este fenómeno no es exclusivo de MasOrange. En los últimos años, muchas grandes empresas tecnológicas han recurrido a EREs como medida para reducir costos, especialmente en un contexto de digitalización acelerada, competencia global y, más recientemente, desafíos económicos pospandemia. Las empresas enfrentan presiones para mantenerse rentables, y a menudo, la reducción de personal es vista como una solución rápida, aunque dolorosa.
El futuro de MasOrange y la negociación del ERE
Por el momento, la negociación entre los representantes sindicales y la dirección de MasOrange continúa. Ambas partes parecen estar en desacuerdo sobre las condiciones específicas del ERE, especialmente en lo que respecta a las compensaciones y las garantías de que no habrá despidos forzosos. Sin embargo, los trabajadores están decididos a mantener la presión hasta que se logren mejores condiciones.
Las concentraciones como la de este jueves podrían repetirse en las próximas semanas si no se alcanza un acuerdo satisfactorio. Los empleados han dejado claro que no se rendirán fácilmente y que seguirán luchando por sus derechos laborales. «No nos vamos a quedar callados mientras juegan con nuestro futuro», afirmó uno de los portavoces del comité de empresa.
Conclusión: una situación en desarrollo
El conflicto entre MasOrange y sus empleados es un ejemplo más de la tensión que muchas empresas y sus plantillas están viviendo en un entorno económico incierto. Mientras la empresa defiende la necesidad de ajustes para sobrevivir, los trabajadores exigen un trato más justo y digno, con condiciones que respeten sus años de servicio y el impacto que estos despidos tendrán en sus vidas.
El resultado de este enfrentamiento será crucial para definir el futuro de MasOrange y, posiblemente, sentar precedentes en la manera en que otras empresas del sector gestionen sus procesos de reestructuración.
¿Cómo crees que deberían actuar las empresas para garantizar una mayor equidad en los procesos de despido? ¿Consideras que las medidas propuestas por los trabajadores son razonables?