La noche del sábado, Valéncia vivió un auténtico caos en su red de transporte público.
Con motivo de las celebraciones del Día del Orgullo, sumadas a diversas manifestaciones y actos culturales, varias líneas de autobús fueron desviadas, eventos recordemos son multitudinarios.
Las consecuencias fueron evidentes: grandes colas en las paradas, aglomeraciones en plena madrugada y miles de personas caminando largas distancias para volver a casa.
Las plataformas VTC como Cabify y Uber, así como los taxis, también estaban completamente colapsadas.
El precio de una carrera desde la Calle Xàtiva hasta Cortes Valencianas, por ejemplo, ascendía a los 41€, reflejo directo de la desbordante demanda y la escasa oferta disponible; en un día normal ese mismo trayecto cuesta unos 12€.
Falta de planificación y comunicación
No es la primera vez que los usuarios del transporte público nocturno en Valéncia se enfrentan a este tipo de situaciones.
La falta de información clara y accesible afecta especialmente a jóvenes, personas mayores y trabajadores nocturnos, quienes dependen del transporte para desplazarse de manera segura.
Muchos usuarios no supieron de los desvíos hasta que ya se encontraban en las paradas o dentro del propio autobús.
Desde la ciudadanía se vuelve a reivindicar la necesidad de una mejor planificación y, sobre todo, de una comunicación más eficaz y adaptada a todos los perfiles.
Autobuses completos provocaban la desesperación de muchos
La noche también existe
Valéncia es una ciudad moderna, viva y en crecimiento, con una agenda cultural y festiva envidiable. Sin embargo, el transporte nocturno no está a la altura.
Las frecuencias son insuficientes, el metro finaliza su servicio demasiado temprano y las alternativas son costosas o inaccesibles.
Si de verdad se quiere fomentar un ocio seguro, inclusivo y sostenible, es indispensable repensar la movilidad nocturna.
No solo para los que disfrutan de la ciudad, sino también para quienes trabajan en ella durante la noche.
En cuanto a Renfe, sus cercanías también están ausentes en las noche, algo que el Ministerio de Transportes y Oscar Puente debieran tener en cuenta para una movilidad nocturna eficiente.
Compromiso con la seguridad y la sostenibilidad
En una ciudad que presume de ser capital verde europea, no se puede ignorar el clamor ciudadano por un transporte nocturno más eficaz, accesible y seguro.
El Ayuntamiento y la Generalitat Valenciana deben asumir su responsabilidad y poner en marcha soluciones reales y sostenibles.
Porque caminar kilómetros de madrugada por falta de alternativas no debería ser la norma en una ciudad moderna.
Porque la seguridad y el derecho a la movilidad no deben depender del bolsillo ni del azar.