Con esta primera ola de calor estival queda inaugurada la temporada de lipotimias un año más en el Mercado Central de Valencia, el año pasado se contabilizaron más de 120 lipotimias en el interior del recinto municipal en verano y en verano de 2023, superaron las 100.
Un hecho que no es nuevo, la novedad es que tanto el concejal de Mercados, Comercio, responsable de MercaValencia, concejal de Pirotecnia, concejal de Fallas y de Batalla de Flores y presidente de Junta Central Fallera, Santiago Ballester aseguró el año pasado al Diario Las provincias que en septiembre de 2024 se colocaría una nueva máquina de refrigeración ya que estaba rota.
Lo que parece que no atinó el concejal fue el año, porque el calor intenso sigue produciéndose, y es que existen 3 maquinas de refrigeración y este medio ha podido acceder a su sistema de control, de hecho el año pasado una de ellas no funcionaba, la otra estaba apagada y la tercera sólo se encendía la 10% de su capacidad.
Una realidad de que la gerente del Mercado Cristina Oliete y la presidenta de la Asociación privada «fantasma» que gestiona el Mercado la sra. Puchades, de frutas Puchades, y su directiva, se vanagloriaban ya que «habían ahorrado más de 100.000€ en electricidad a las arcas del Mercado».
La gerente Cristina Oliete y la presidenta Puchades y su ejecutiva parece les gusta jugar con la vida y la salud de las personas
¿se prefiere vulnerar la ley de seguridad e higiene en el trabajo y jugar con la salud de los trabajadores y visitantes a cambio de ahorrar miles de euros que luego se utilizarán seguramente en cosas no necesarias?
Pues eso parece visto lo visto, que se vulnera la ley de seguridad e higiene en el Trabajo, de hecho la propia Magistratura de Trabajo se puso ya el año pasado cartas al asunto al entender que no deben trabajar por encima de los 28º ( el año pasado se llegó a registrar más de 33ºC en el interior del recinto municipal unido a la humedad ambiental que produce una sensación de bochorno.
Una trabajadora embarazada sufrió un percance y se desmayó en el suelo debido al calor intenso, jugando con la vida de la trabajadora y su pequeño la presidenta del Mercado y la gerente, por contra se vanaglorian de su sala de lactancia que utilizan como almacén…¿será esto posible? Pues sí, y todo permitido por el concejal y la alcaldesa de Valencia en un recinto municipal privatizado y que sigue en precario desde 2008…
La situación actual muy preocupante
Una redactora del Diario Las Provincias publicó el año pasado que este tema se solucionaría en Septiembre del año pasado con la nueva maquinaria, ¿entonces qué ha pasado?…
Los vendedores se preguntan si finalmente se instaló o sólo era un bulo para acallar la polémica, y si se ha instalado, ¿por qué sigue el intenso y bochornoso calor?
Una situación conocida de sobra por el Ayuntamiento en su propia instalación y permitida por la alcaldesa maría José Catalá que juega con la salud de miles de personas a diario, ya que más de 1.000 personas trabajan en este recinto y de medio más de 15.000 personas visitan este mercado municipal…
Las reivindicaciones
Por contra la asociación de comerciantes y trabajadores de La Cotorra tal y como exigió el año pasado asegura que «existen soluciones técnicas suficientes para en momentos puntuales mitigar el calor».
«Exigimos la instalación de los denominados «pingüinos portátiles» en numerosos puntos del Mercado y que se cumpla la ley de Seguridad Laboral»
Apuntan a la Catalá como principal responsable y estudian ya medidas legales contra el Ayuntamiento propietario del edificio, por contra, las oficinas donde trabaja la gerente están convenientemente refrigeradas, muchas veces incluso extremadamente, por lo que abren las ventanas del Mercado «para compartir el fresquito».
«Exigimos a María José Catalá que deje de jugar con nuestra salud de una vez y ponga de inmediato las medidas necesarias para asegurar que se cumple la ley».
María José Catalá «no contesta»
Hace dos años que se constituyó esta asociación, la única legal en el Mercado central según apunta la Generalitat Valenciana, y que solicitó ambas reuniones urgentes con la alcaldesa Catalá y con el concejal responsable Santiago Ballester, siguen esperando respuesta dos años después.
«Al principio creímos que los correos y registros se habían perdido, pero al final desde alcaldía nos emplazaron a reunirnos con el concejal Santiago Balelster, el mismo que lleva dos años evitando siquiera contestarnos a las múltiples solicitudes, demostrando mala fe y su incapacidad de afrontar los problemas». Aseguran desde La Cotorra que exigen la reunión con ambos de manera urgente nuevamente.
«Hemos pasado de la alegría de saber que teníamos una alcaldesa que se preocupaba por nosotros a la incredulidad y la decepción, es más de lo mismo, palabras vacías y eslógans de marketing».