El Ayuntamiento de Valencia conmemora el XXVII aniversario del asesinato del político de Ermua que da nombre a un jardín y a una calle de la ciudad.
El equipo de gobierno recuerda a todas y cada una de las víctimas del terrorismo con coronas de laurel depositadas en los emplazamientos de la ciudad que evocan al concejal erigido en símbolo de la lucha ciudadana contra la barbarie.
Ferrer San Segundo defiende que “el terrorismo se combate con memoria, dignidad y justicia” y Juanma Bádenas anuncia que “los futuros jardines de la ciudad llevarán el nombre de otras víctimas para que no caigan en el olvido”.
La ciudad de Vaencia rindió ayer, con motivo del XXVII aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, que se cumple hoy, 13 de julio, un “sentido homenaje” a todas y cada una de las víctimas del terrorismo, “para que no caigan en el olvido, porque esta barbarie se combate con memoria, dignidad y justicia”, tal como han coincidido la primera teniente de alcalde, María José Ferrer San Segundo, y el segundo teniente de alcalde, Juanma Bádenas.
Los dos tenientes de alcalde se han concentrado esta mañana en el jardín de Juan XXIII que lleva el nombre del político vasco erigido en símbolo de la lucha ciudadana contra el terrorismo, junto a los concejales Juan Carlos Caballero, Julia Climent, Jesús Carbonell, Paula Llobet, Marta Torrado, José Gosálbez, Mónica Gil, y Cecilia Herrero.
Los citados representantes del equipo de gobierno han depositado en esa zona ajardinada de Benicalap, ubicada entre la avenida de Juan XVIII y las calles de san José de Pignatelli y Periodista Gil Sumbiela, una de las dos coronas de laureles con las que la corporación ha recordado el asesinato del político de Ermua, “que supuso un antes y un después en la respuesta de la población a los crímenes de ETA”.
Coronas de laurel para recordar a las víctimas del terrorismo
La otra corona de laurel adorna la calle dedicada a Miguel Ángel Blanco junto al Palacio de Congresos, que el año pasado por estas fechas pasó a rotularse, por orden de la alcaldesa, María José Catalá, “Miguel Ángel Blanco. Víctima del terrorismo de ETA”, es decir, que completó el nombre y el primer apellido con una alusión a todas las víctimas.
Finalizado el homenaje, la teniente de alcalde, María José Ferrer San Segundo ha explicado que el Ayuntamiento de Valencia ha querido rendirle este “sentido homenaje a Miguel Ángel Blanco en este parque abierto al público en su honor el pasado mes de diciembre, tras una inversión municipal de 427.482,74 euros, porque es el artífice del espíritu de Ermua y un referente para todos los que defendemos los derechos, las libertades y los valores democráticos”.
“Este pequeño tributo es lo mínimo que esta ciudad puede hacer para honrar su memoria, para honrar, en definitiva, verdad, memoria, dignidad y justicia”, ha añadido Ferrer San Segundo, quien también ha recordado que el Ayuntamiento, por otra parte, ha colocado placas en recuerdo de las víctimas del terrorismo de ETA en aquellos puntos de la ciudad donde perdieron sus vidas José Edmundo Casañ, Josefina Corresa y Manuel Broseta, en cuya placa se honra también a Ernest Lluch y Francisco Tomás y Valiente.
“También hemos trasladado el monumento a las víctimas del terrorismo a un punto de mayor visibilidad en la plaza de la Reina, cumpliendo un acuerdo del pleno del año 2022 y que el anterior gobierno nunca llevó a término”.
Por su parte, el segundo teniente de alcalde, Juanma Bádenas, ha resaltado que Miguel Ángel Blanco era un concejal que defendía valores y principios y los totalitarios de los movimientos de ETA acabaron con su vida porque quisieron acabar con sus ideas”
“Con este jardín –ha añadido- defendemos su memoria”, ha afirmado el concejal que, asimismo, ha subrayado: “Este es el primer jardín que va a llevar el nombre de una víctima de terrorismo, empezando por las de la ciudad de Valencia que no van a quedar en el olvido porque representan la defensa del estado de derecho y de la democracia, y nuestra solidaridad va a estar siempre con las víctimas del terrorismos y sus familias”.